Primeras lluvias

Compuse Primeras lluvias allá por el año 1998, en un momento muy especial de mi vida musical. Llevaba apenas tres años tocando el timple de manera profesional en conciertos, y por primera vez empecé a sentir que mi esfuerzo daba sus frutos.

La inspiración me vino justo con las primeras lluvias de septiembre en Tenerife, ese instante en que la tierra reseca recibe el agua como una bendición. Vi en ese paisaje una metáfora de lo que estaba viviendo: los primeros éxitos, los primeros resultados positivos tras tanta dedicación.

Hoy, más de dos décadas después, sigo tocando esta pieza en mis conciertos. Primeras lluvias se ha convertido en parte de mi historia y de la de muchos de mis alumnos, que la interpretan en sus audiciones y exámenes como un símbolo de sus propios comienzos.

Cada vez que suena, vuelve a recordarme aquel septiembre de 1999, donde mi camino como timplista profesional se llenaba de esperanza, igual que el campo se llenaba de vida con las primeras gotas.