Cómo crear un hábito de estudio en los jóvenes músicos

Consejos para crear un hábito de estudio

Qué es «hábito de estudio». Es el hecho de crear una constancia en el estudiante para concentrarse y aprovechar el tiempo a la hora de estudiar, en nuestro caso un instrumento. Constancia, todos los días un poco. Dedicación, voluntad propia de estudiar. Esfuerzo, querer superar y avanzar con pequeños retos las dificultades que se nos vayan presentando.

En los primeros años de estudio de un instrumento es crucial crear un hábito de estudio. Al principio basta con 10 minutos diarios, la toma de contacto con el instrumento es el objetivo. Poco a poco vamos aumentando este tiempo, de manera natural pues es el mismo instrumento quien nos lo va a ir demandando y esos 10 minutos se nos hacen poco.

-También en los primeros años es muy importante el apoyo de los padres y familiares del joven músicoaplaudir los logros, escucharle (al igual que a un músico profesional lo que le hace continuar y motivarse son los aplausos del público), mostrar interés por lo que está aprendiendo, pedirle que nos explique cómo lo hace, que nos enseñe a hacer lo mismo.
 
-Cada cierto tiempo, organizar pequeñas audiciones en casa, o en casa de los abuelos, o de los familiares, para que el alumno muestre lo que está aprendiendo, esto se convertiría en algo motivador.  Si se equivoca no pasa nada, decirle que con un poco más de dedicación y de esfuerzo lo va a hacer aún mejor.
 
El instrumento siempre debe estar a mano, no sería buena práctica guardarlo en un armario hasta la siguiente clase. Al tenerlo cerca será fácil que le llame la atención y el estudiante lo tome entre sus manos.

Buscar en internet, por ejemplo, información adicional sobre el instrumento, otros músicos, partituras de canciones conocidas, tutoriales de canciones, cómo se fabrica su instrumento…

Cuando se es adolescente y los estudios van ocupando más parte del tiempo del alumno y le deja menos espacio para el instrumento (ya aquí deberíamos tener un cierto hábito de estudio desarrollado) hay que organizar el tiempo y distribuirlo de manera eficaz. Por ejemplo, 30 minutos de estudio de las materias del instituto o tareas, e intercalarlo con pequeñas dosis de instrumento. Para esto estaría bien que previamente hayan dejado el instrumento cerca del lugar de estudio y tenerlo a mano. Esto va a servir como descarga de la tensión de asignaturas como matemáticas, literatura, formulación… y al cabo de cierto tiempo, estaremos sumando al cuentakilómetros del instrumento unas cuantas horas de estudio que el nivel del alumno agradecerá. Y su profesor también.
 
-Si algún familiar toca algún instrumento, es una gran idea interpretar música con el joven músico. Sentirá el poder comunicativo de la música y disfrutará mucho más, y por consiguiente subirá el nivel de motivación.
Jan Havickszoom Steen: Concierto en familia (1666)
-Hay que pensar que el tiempo dedicado al estudio de un instrumento (bien aprovechado) es directamente proporcional al resultado que obtendremos. Y ni que decir a la satisfacción de haberlo logrado y la motivación de seguir descubriendo nuevos recursos, nuevas músicas…
 
-Es indispensable tener la mentalidad de que todo lo que vamos a aprender es para compartirlo, para hacer disfrutar a quien nos escucha.
 
-Una idea para hacer partícipe a amigos y familia de los avances del joven músico, es por ejemplo enviar vídeos o notas de audio a modo de felicitación de cumpleaños, aniversarios o cualquier cosa a celebrar como carta de felicitación.
 
-Debemos diferenciar o tener cuidado de que los halagos, apoyos, valoraciones positivas no lleguen a consentir o sobreestimar al estudiante. Es muy fácil caer en esto y volverlo en contra. Siempre hay que «dar una de cal y otra de arena». Decir: «muy bien pero puedes hacerlo mejor, puedes superarlo, puedes hacerlo más bonito, más limpio…”.
 
-Debemos aprovechar la tecnología que tenemos a nuestro alcance. Los teléfonos móviles tienen gran calidad de grabación de audio o de vídeo; grabarlos y luego escucharlos/verlos junto a los alumnos hace ver de manera autocrítica los aciertos y errores para así siempre mejorar.
 
 
 

Tocar un instrumento nunca debe ser un castigo. No todos dominamos los nervios de igual manera, pero enfrentarse a ellos lo antes posible es de gran ayuda. Controlar los nervios, reforzar la concentración, abstraerse del entorno y meterse en el papel son aspectos que todo músico debe ir controlando y con estos hábitos de estudio y recomendaciones seguro se irá avanzando para un mejor autocontrol del futuro músico.

Este proceso de búsqueda del hábito de estudio lleva consigo un efecto «pescadilla que se muerde la cola»: cuanto más motivado esté el alumno, más se motiva el profesor, y así se repite el ciclo.
 

Como curiosidad y como idea, por si en casa no se puede estudiar a ciertas horas porque se molesta a vecinos, propongo una solución fácil, sencilla y económica con respecto al timple, y también la guitarra. Un simple pañuelo de papel que impida vibrar las cuerdas entre estas y la tapa cerca del puente a modo de «sordina».

Cursos online de timple

En esta web podrás encontrar diferentes cursos para aprender a tocar el timple de manera autodirigida desde casa. Prueba sin coste alguno la primera sesión de los cursos.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio
Abrir chat
1
Hola! ¿Qué tal, en qué te puedo ayudar?